Ayurveda
El Ayurveda es una ciencia completa que permite no solo curar, sino también prevenir ciertas enfermedades. Adoptar los consejos de este arte milenario procedente de la India es garantía de buena salud.
El Ayurveda es una medicina tradicional india practicada sobre todo en el sur de Asia. Esta forma de medicina alternativa presenta muchos beneficios y es muy utilizada tanto por sus tratamientos curativos como preventivos.
Haciendo un poco de historia, podemos decir que hace más de ocho mil años se celebró en el Himalaya un gran congreso de científicos de todas las disciplinas científicas y de conocimiento de la época y de ahí salió un sistema médico holístico cuyo fin era curar de las enfermedades a la humanidad. No sólo curar enfermedades; en aquella época esos conocedores también estaban preocupados por la prevención de las mismas. Ese tipo de medicina se llamó “Medicina ayurveda”, o ciencia de la vida.
La medicina ayurveda empezó como un tipo de medicina para la aristocracia en la India y se fue desarrollando por tradición oral, pasando de padres a hijos. Fue Buda el que la hizo popular, creando universidades que la difundieran y fomentando la investigación científica alrededor de esta técnica milenaria. Publicó libros que hablaban y enseñaban la medicina ayurveda, tales como el Charaka Samhita-; libro hoy en día utilizado como base en el estudio de esta ciencia.
Las medicinas Asiáticas (Medicina Tradicional China, Acupuntura…etc.) o la medicina natural (Homeopatía, Masajes…), se han visto influenciadas al pasar de los siglos por la medicina ayurveda; muy por el contrario de lo que ha ocurrido con la medicina occidental, que se ha visto muy influenciada por las filosofías griegas y romanas.
El Ayurveda tiene tres objetivos principales, a saber: la realización personal, la prevención y la curación de enfermedades. Según esta ciencia terapéutica, el hombre está compuesto de diversos elementos.
El tratamiento ayurvédico consiste en poner en equilibrio estos diferentes elementos (concretamente, los Doshas) con el fin de que el paciente se sienta mejor.
La rama de la terapia ayurvédica que consiste en prevenir las enfermedades se llama "Langhana". Se subdivide en dos otras ramas: el Shamana o reducción, y el Shodhana o purificación.
Cabe destacar que los malos hábitos alimenticios y el consumo de drogas de todo tipo –incluido el alcohol– bloquean los shrotas (canales) y perturban los Doshas. Para evitar los desequilibrios y por lo tanto la enfermedad, conviene cambiar de hábitos alimenticios y adoptar un régimen dietético en acuerdo con el Dosha dominante.
El Shamana se ocupa de esta forma precisa de terapia y consiste en reducir o eliminar las toxinas presentes en el cuerpo gracias a la adopción de una mejor higiene de vida.
La medicina ayurvédica cuenta con varias disciplinas terapéuticas, tratando cada una un campo específico de la salud, en función de la enfermedad y de su gravedad. Para el Ayurveda, una enfermedad es el resultado de un desequilibrio entre los tres Doshas. El tratamiento consiste en identificar el origen del desequilibrio y en administrar el remedio adecuado.
Un tratamiento ayurvédico sigue las diferentes etapas y comienza siempre por la purificación del cuerpo a través de masajes relajantes, ayuno o dietas estrictas para drenar las toxinas que obstruyen los Shortas. Tras la purificación, el paciente debe seguir un nuevo régimen alimenticio más sano como complemento de su tratamiento a base de plantas medicinales adaptadas a esa afección.
Para el tratamiento de la artritis y del reuma, por ejemplo, el terapeuta utiliza el Guggul, un arbusto originario de la India que es ideal para bajar la tasa de colesterol. Para aliviar los dolores abdominales, se utiliza la mezcla Chitrakadi-Vati, mientras que el Triphala, una mezcla de frutas, trata la diabetes, favorece el tránsito intestinal y permite asimilar más fácilmente los elementos nutritivos de la alimentación.
Es un tipo de medicina eficaz en el tratamiento de todo tipo de enfermedades, tales como simples resfriados comunes, hasta enfermedades de muy difícil curación, como pueden ser las enfermedades crónicas: psoriasis, vitíligo, artritis, hipertensión, hernia de hiato, colesterol, diabetes, asma, depresión, epilepsia, fibromialgia, parálisis, síndrome de fatiga crónica, esclerosis múltiple, entre otras muchas, así como tratamientos que previenen los efectos negativos de la menopausia, o tratamientos para conseguir longevidad y rejuvenecimiento celular y así, conseguir una vejez plena de salud.
En nuestros días, hay una potente corriente tradicionalista que hace que la medicina Alopática regrese a su punto de partida de forma silenciosa. Ese punto de partida es la sabiduría Ayurveda. Tanto pacientes, como doctores pretenden paliar de alguna manera las consecuencias negativas y dañinas causadas por algunos tratamientos (fármacos) de la medicina Alopática. Al parecer, las medicinas naturales causan menores efectos secundarios y su abanico terapéutico es mucho más amplio. Tanto así, que en los últimos años, la medicina ayurveda está siendo reconocida a nivel mundial por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por la Organización Europea de Medicinas Complementarias (EHPA), por el Centro de Medicinas Alternativas y Complementarias de EEUU (NCCAM) y por todos los gobiernos del mundo como la medicina alternativa pionera en todo el mundo por su valor terapéutico y por ser la promotora de la salud interna y la belleza externa de todo ser humano.
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